ACNUR con los venezolanos en Lima

Participación
de dos altos dirigentes de la Agencia ONU para los refugiados a la actividad organizada en Lima en ocasión de la Jornada del Migrante y Refugiado (29/09), decisiva para una colaboración concreta.

La atmósfera durante la Jornada del 29/09 en el Centro Fiore de los Focolares, era única: un centenar de venezolanos, dejando de lado sus duras situaciones, para donarse recíprocamente con generosidad, preparando el almuerzo, la logística, la acogida, los cantos …

Por eso frente a tal espectáculo los responsables de ACNUR/Perú pidieron los locales del Centro y una factiva colaboración de ese grupo de venezolanos. Querían redactar una “Diágnosis partecipativa”, no tanto de los refugiados de las “Casas Refugio” que ya tienen asegurado algo, sino de aquellos “de todos los días”, para realizar un estudio sobre sus condiciones y ofrecer indicaciones y consejos a sus problemáticas concretas, estudiando también posibles estrategias para las necesidades de cada uno.

El 11 de octubre, desde temprano, comenzaban a llegar al Centro Fiore camioncitos con cajas de frazadas pesadas, cenas a la canasta, botellas de agua, ecc. El team técnico de 15 funcionarios de ACNUR organizó los grupos de trabajo, divididos por edad y sexo, más unos 20 niños que jugaban en el jardín.

En total, 8 grupos de 15-20 personas cada uno. Trabajaron 3 horas sin interrupción: ¡Eran muchas las cosas para preguntar, denunciar, contar! Con el ocaso comenzaron a circular las frazadas por el frío y, aunque casi no se veían las caras, nada los detuvo. ¡Cuántas situaciones, injusticias, faltas de amor!

Se pedía a ACNUR ayuda para resolver situaciones irregulares del status migratorio, irregularidades laborales, en las escuelas, sobre la salud, y un galpón “en donde poder quitarnos el estrés, donde podamos abrazarnos, necesitamos abrazarnos”. Emocionante ver hombres maduros hablar así.

Partiendo, distribuímos la cena a la canasta y dimos un aporte para los gastos de transporte. Todos se fueron con una frazada, además del “calor” humano probado esa tarde. Los funcionarios de ACNUR, muy agradecidos, pidieron el Centro Fiore para una actividad que harán a fines de octubre.

El escritor Igino Giordani, en el 1949, resume en pocas dramáticas líneas lo narrado por los venezolanos en quellas horas. “El mundo muere por falta de caridad: como cuerpo sin alma que se llama cadáver. La humanidad se despedaza porque se ha alejado del Padre, ha perdido la cosciencia de la fraternidad y se ha separado de la fuente de vida”[1]. En Lima en cambio, el 11 de octubre, la caridad reinó.

Silvano Francisco Roggero

 

[1] I. Giordani, Disumanesimo, Città Nuova, (1949), 2007, p. 81.

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.