Ciudadanía artística y solidaria

Me
gradué un viernes y el lunes ya estaba trabajando en una escuela comercial privada. Fue un pedido urgente para cubrir la vacante dejada por el profesor de Catequesis, un anciano sacerdote con problemas de salud. No era fácil, luego de haberme recibido de economista, enseñar religión … no tanto porque fuera más o menos importante, sino porque no me había preparado para ello. Pero era lo que había y, como extranjero, en realidad no hubiera ni siquiera podido trabajar. En el Instituto educativo privado me recibieron  “a la espera de completar la documentación”, para poder hacer efectiva la asunción. Se

Se hacía indispensable la adquisisión de la ciudadanía italiana. Comencé un trámite burocrático que llevaría años, partiendo de mis raíces maternas piamontesas. El abuelo de mi madre nació en un pueblito de la provincia de Cuneo, en el noroeste de Italia. Yo era, por lo tanto, uno de sus tantos bisnietos. Y por más que se ocupó del caso una persona de confianza, muy conocedora de este tipo de trámites, había que cubrir –con la documentación necesaria– una notable distancia desde mi bisabuelo hasta a mí. Casi que hubiera sido más sencillo obtener la ciudadanía por “naturalización”, es decir, por el tiempo transcurrido con continuidad en Italia, que por la descendencia materna.

Mientras tanto, seguí trabajando gracias a la buena voluntad de los dueños del Instituto privado, quienes, a los pocos meses, me ofrecieron algunas horas de enseñanza de Economía y de Derecho. ¡Y así sucedió que entraba en una clase como profesor de Catequesis y, después del recreo, volvía a entrar como profesor de Economía o de Derecho!

Los jóvenes estudiantes se divertían con este joven docente sudamericano que hablaba con un acento extraño y tenía un modo de enseñar muy poco ortodoxo. En especial, la religión la presentaba como algo para vivir y no sólo para conocer. Conservo recuerdos muy lindos de horas compartidas con los estudiantes, en las que cualquier tema era motivo para animadas conversaciones. Pero el problema de fondo persistía: no me otorgaban la ciudadanía y por lo tanto estaba trabajando ilegalmente.

Pocos meses antes, en la Navidad del 1980, nos habíamos organizado con un grupo de “Jóvenes por un mundo unido” para ir al sur de Italia que había sufrido un violento terremoto con efectos devastadores con miles de muertos y pueblos completamente destruidos. Nosotros simplemente fuimos para acompañar a la gente en su dolor, tratando de crear –a pesar de todo– el clima de la Navidad, con la esperanza de la reconstrucción. Antes de regresar, nos entregaron un “certificado di solidaridad” como signo de agradecimiento. No le dimos mucha importancia, la experiencia de dolor y de alegría compartida nos llenaba el corazón de gratitud mucho más que un papel.

Sin embargo, cuando planteé a mi amigo que se ocupaba del trámite de la ciudadanía mi urgencia por obtenerla, se me ocurrió decirle del certificado que nos habían dado. Además, agregué que tenía ya dos casetes  grabados con canciones mías compuestas en italiano. Dos cosas aparentemente de poca importancia que, en cambio, fueron decisivas. De hecho, mi amigo las incluyó en el fascículo y el trámite se aceleró. La República de Italia me concedió la ciudadanía recalcando “la solidaridad demostrada hacia el pueblo italiano en dificultad” y “la labor artística para difundir la lengua italiana”.

¡
Me
concedieron una ciudadanía “artística y solidaria”!

Gustavo E. Clariá

Visits: 290

Condividi

Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

33 Risposte a “Ciudadanía artística y solidaria”

  1. Qué bonita manera de lograr ciudadanía,… 💓 te ennoblece la actitud y asombra (al menos a mí) que se reconozcan valores !!
    También hemos perdido esa capacidad en nuestro país.

  2. Paz y bien Gustavo, que el Señor te acompañe en tu retorno a Perú, y que los ángeles te guíen por ser instrumento del Señor. Paz y bien. Un abrazo amigo!

  3. Grazie Gustavo. I tuoi link parlano una sola lingua, la lingua universale dell’ Amore. Ti abbraccio e ti stimo dal primo giorno che ho avuto la fortuna di conoscerti 🙋‍♂️😘

  4. Qual’e la morale? Che quando si ama nulla va perduto, ma ritorna con il centuplo. Ma che storia affascinante che ci dai con questi tuoi racconti!!!

  5. Estoy contenta y a la vez emocionada x la recompensa que te dieron . Bien merecida x tu solidaridad el compartir el dolor que otros sufren.

  6. Grazie per costruire rapporti (che continuano, anche con me) che condividi, facendo intravedere anche a noi, che basta poco, che vale molto, con ognuno, nessuno, mi passi accanto invano…..posso provare a ricostruire un rapporto, con una persona, che mi ha fatto intravedere anni fa, un modo di vivere per gli altri, con gli altri, che però poi ha dimenticato, si è isolata da tutti, lo farò, grazie 1️⃣1️⃣

  7. Una cittadinanza “artistica e solidale” é bellissimo! Meno male che sono già cittadino italiano, direi ed aggiungerei che tutti dovremmo puntare ad avere la cittadinanza della fraternità mondiale 🙃

  8. Una bella esperienza quella del terremoto di Avellino fatta insieme all’epoca ! Cercate il Regno di Dio e avrete tutto insovrapiu !! Grande Gustavo ti abbraccio !!

  9. Siiiiii! Ti ammiro molto. Ci dai buoni esempi di fedeltà…e nel Santo Viaggio è importante sostenerci uni gli altri ! Se uno è nell’amore contagia… grazie Gustavo!

  10. Que bueno!!! Cuántos años te quedaste en Italia?? Tan bella..nosotros estuvimos dos veces..de paseo y volvería..hermosa tu historia de vida..

  11. Buenísimo, Gustavo, me encantó. Está relatado genial y no sabía lo de la Catequesis y la Economía! Nos estamos enterando de tu vida a partir de estos relatos. Estoy disfrutando de pensar que estabas recién llegado en Italia enseñando estas dos cosas juntas. Hermoso Gusti conocer estas experiencias tuyas!

  12. Es increíble como algo tan simple (para nosotros) como un certificado, cobre tanto valor en algo, que jamás lo hubiéramos pensado. Pero Dios, que si sabe, él nos guía. Linda tu experiencia.

  13. Gracias Gustavo por tus historias de vida, reconfortan y fortalecen. El profesor que recibe la ciudadanía del mundo unido. El plan se realiza en el acto.

  14. GRACIAS ESTIMADO GUSTAVO Claria. Pienso que un Ángel SIEMPRE estaba contigo ayudándote en el transmites de los documento!! Y TAMBIÉN En LOS TRABAJOS UN GRAN ABRAZOS Y SIEMPRE ADELANTE CAMPEÓN!!👌💪1⃣

Comments are closed.