Hace
17 años, el 19 de octubre de 2002, ofrecía su vida Alberto Fernández, querido amigo focolarino uruguayo. La fuerte experiencia personal que viví para escribir y contar su vida dedicada a los demás.
“Alberto Fernández, joven médico uruguayo que se encontraba en Brasil realizando un master en enfermedades tropicales, estaba viajando en auto hacia Votuporanga, en el estado de San Pablo, donde lo esperaban para el acostumbrado encuentro mensual del Movimiento de los Focolares. Nunca llegó. “¿Dónde está Alberto?”: esta es la pregunta que todos se hacían, en la comunidad y en su familia, y que se repetían día tras día. A través de estas páginas se recorren aquellas dos largas semanas, en un contrapunto entre la voz de quienes siguen la investigación, hasta su trágica conclusión, y la de Alberto quien, en sus últimos instantes, vuelve a recorrer su vida, descubriendo el “hilo de oro” que vinculó sus diferentes etapas: todo es amor, hasta el final, y por amor vale la pena “jugarse entero”. (del libro “Jugarse entero, vida de Alberto Fernández”, editado por Ciudad Nueva Uruguay, Montevideo 2007). Gustavo E. Clariá
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Hola Gustavo. Muchas gracias por el recuerdo.
Sí, M. de los Ángeles (Uruguay), Alberto es un compañero en el camino de mi vida.