El Barquito

Corrían
los años ‘70 y había sido invitado a participar con mis canciones a la Mariápolis española que se desarrollaría en Burgos. El Palacio de los deportes, con una capacidad de 3000 personas, estaba repleto.

Panorama de la ciudad de Burgos, España.

El clima que se respiraba era el de todas las mariápolis: de paz y alegría, como efecto directo de parte de los participantes por esforzarse en poner en práctica en esos días el mandamiento nuevo del amor. Una atmósfera de familia, evidenciada más aún por las características tan españolas de la algarabía, la espontaneidad y la gran capacidad de crear relaciones amistosas.

En el escenario se habían sucedido bailes, canciones, temas espirituales, de compromiso social, testimonios de vida evangélica de familias, jóvenes y niños … Recuerdo un momento tan especial en el que mi hermano Carlos, en esos años co-responsable del Movimiento de los Focolares en España, había desarrollado un tema muy profundo sobre uno de los puntos claves de la espiritualidad de la unidad: “Jesús crucificado y abandonado, llave de la unidad”. Mientras hablaba no volaba una mosca, impresionaba la escucha de los participantes. Tanto que, cuando finalizó, se mantuvo un silencio que parecía no acabar.

Para romper el hielo, a Carlos no se le ocurrió nada mejor que invitarme al escenario a cantar. Me armé de coraje, mientras pensaba qué canción podría ser adecuada para un momento tan profundo. Pero no tuve tiempo para decidir porque él mismo tomó el micrófono y anunció  que cantaría … ¡El Barquito! Confieso que me quise morir. Hasta ese momento de la mariápolis nunca la había cantado y no pensaba ciertamente hacerlo. La había excluido por ser una canción para niños y que había compuesto cuando tenía apenas 15 años. ¿Cómo podía ocurrírsele que la cantara delante de 3000 personas y a continuación de un momento espiritual tan alto?

Pero ya la había anunciado y el público esperaba que la cantara. Imaginé que sería un desastre y que ese climax se derrumbaría ya con las primeras estrofas. Ya no podía volverme atrás, por lo que me volví a armar de coraje, tomé la guitarra, me acerqué al micrófono sonriendo y, como si tal cosa, comencé a cantarla:

“Yo tenía un barquito que estaba sólo para adornar, pero un día otro barquito le contó esta realidad: un barquito de adorno no sirve a los demás, un barquito sólo sirve en el medio de la mar”. Y entraba el estribillo: “Sólo con amar, siempre a los demás, tu vida como el barquito podrá servir a la humanidad”.

Como no me tiraron con nada, seguí tranquilo: “Así fue que el barquito cambió su tranquilidad, por una vida difícil que le dio felicidad”. Y volvía el estribillo. En ese momento, algunos de entre el público me sorprendieron intentando repetirlo conmigo: “Sólo con amar, siempre a los demás, tu vida como el barquito podrá servir a la humanidad”. Seguí con la tercera estrofa: “Un día se encontró con un barco a vapor, que se había perdido y el barquito lo ayudó”. Y cuando regresó el estribillo ya fue una avalancha de voces que se sumaron: “SÓLO CON AMAR SIEMPRE A LOS DEMÁS …”.

No entendía qué estaba sucediendo. Terminé la canción y fue un acabose. Desde ese día tuve que cantarla almenos dos o tres veces por día. Se hicieron fotocopias para las 3000 personas… Y creo que, hasta el día de hoy, algunos de los que allí estuvieron me siguen recordando e identificando con esa canción para niños.

Reflexionando ahora, a la distancia de años, creo que la acogida que tuvo la canción habla muchísimo de esa gente tan bella y con un corazón joven, como los niños. Pero creo también que hay situaciones en la vida en las que uno se siente completamente descolocado; y, si en vez de asustarse, toma un poco de coraje y se lanza, pueden suceder cosas maravillosas.

Gustavo E. Clariá

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

43 Risposte a “El Barquito”

  1. Gracias Gustavo. Comprenderás que la del barquito me ha gustado de manera especial! Un fuerte abrazo!

  2. Era la mejor de las canciones para ese momento ❤ creo que era un momento muy intenso y la simplicidad sobrenatural de esa canción completó el momento.

  3. Hola Gustavo ! Cómo andas. Se ha formado un grupito de whattsapp con los Dinos de Avellaneda y algúnos otros. Me están pidiendo una versión de “El barquito” y pensé que tal vez vos tengas alguna grabación. Será posible ??? Un abrazo !!!

  4. Gusti que profundo todo lo que decis. El milagro del barquito q con solo amar siempre a los demas, que se dice facil, pero q hay q hacerlo. Muy grosso !

  5. Gustavo querido!
    Que maravilla… Que letra tan profunda escribiste con apenas 15 años! 🤦‍♂️👏👏👏 Te felicito!
    Lo leí justito en este momento en que estoy con un Jesús Abandonado por aquí por un muchacho que con ya 5 meses de caminata todavía no se lanza a dar pasos para descubrir eso de que la vida tiene sentido al servir a los demás, y por no tomar esa decisión incluso quizá decida abandonar su proceso… 😞
    Me mató el “como no me tiraron con nada”… 😂😂😂
    Y me llegó fuerte esa frase: “Así fue que el barquito cambió su tranquilidad, por una vida difícil que le dio felicidad”. Esa loca paradoja!

  6. Gustavo ciao, grazie delle tue esperienze. Anche se tardi è sempre bello incontrarci e continuare il nostro viaggio a distanza. Un fraterno abbraccio!

  7. Muchas gracias querido Gustavo! Siempre es una gotita de esperanza leerte, espero que estés bien. Un súper abrazo 😊

  8. Ciao Gustavo! Che bel racconto, che bella esperienza! Mi hai riportato con piacere a quegli anni (ho conosciuto l’ideale nel 75) e mi ricordo di quelle atmosfere… Mi ricordo in particolare di una Mariapoli del 77 dove conobbi Daniel Tamborini, tuo compagno di canto nel gen rosso e penso nell’ideale… una esperienza anche per me straordinaria e un rapporto, quello con Daniel, che conservo ancora oggi come ricordo bellissimo di quegli anni. Mi insegnò che l’ideale prima di tutto passava nel rapporto con gli altri che proprio grazie ad esso (l’ideale) diventava profondo anche se non ci si conosceva da molto tempo. Si diventava fratelli a prescindere dall’età e dalla provenienza…
    Non ricordo quella canzone, La Barchetta, ma posso immaginare che sia bella come tutte quelle che hai scritto…
    Grazie Gustavo di questi ricordi, bellissimi, scaldano il cuore 💙! Ciao mitico! 👍🏼1️⃣

  9. Grazie Gustavo! C’è sempre nella vita di ognuno di noi una barchetta da prendere con coraggio e fiducia che produce nel cuore delle persone effetti che Dio solo sa…..

  10. Bellissima descrizione di un momento forse storico per i presenti in Mariapoli…..Grazie Gustavo. Buona giornata!

  11. Yo la sigo cantando todavía con mis hijas. …! Te paso el contacto con Jenny. Enviále tus blogs.
    Los va a saber apreciar.

  12. Mi primer encuentro personal con el ideal fue a los 10 años (1974). Estaba preparándome para la primera comunión y entonces mi hermano Juan Carlos que era unn gen2 me invitó a una tarde gen 3 que se hizo en mi parroquia. Chievi era el asistente (pero no le recuerdo mucho de esa ocasión). Lo que más me llegó fue esa canción del barquito que alguien cantó (¿Fernando Cristiani?). Me sentí identificado. Era un chico bueno, tenía “sobresaliente (10)” en conducta en la escuela, era bueno en casa, me iba bien en la escuela, me gustaba la catequesis, etc. Pero me sentía que no hacía nada, que era un lindo adorno como el barquito. “Solo con amar siempre a los demás, tú vida como el barquito podrá servir a los demás.” Hoy diría “tu vida tendrá sentido”. Y bueno fue el comienzo de un camino. En mayo del 1975 tuve un encuentro más fuerte y definitivo. Me invitaron al Focolar, estaba Gustavo Rodríguez, mi primer asistente gen 3, “Paradis” como nombre nuevo, Vige y Lario. No sé qué fue, seguramente Jesús en Medio, pero quedé enganchado… nunca más falté a un encuentro… en fin solo agradecerte por esa canción que fue tan importante para mi. Y tuve la gracia de caminar junto a ti parte de este camino!! 😃

  13. Admiro la enseñanza moral que tiene la canción el barquito para personas de cualquier edad . Felicitaciones un gusto leer lo que escribes.

  14. Bellissimo Gustavo, alle volte mi debbo anche io fidarmi di più e buttarmi anche se non riesco a bene a capire ! avere più fede anche nelle situazioni di tutti i giorni ! Buona notte e grazie ! 😀😀1️⃣👋🏻😴😴

  15. Fue también un jitazo durante los años ’68 y ’69 en la Mariápolis … infaltable en el repertorio de cada finde cuando recibíamos a los visitantes, junto a otra top ten: Pac Chi Pum … Te acordás?

  16. A volte mi sembra di essere come quella barchetta ferma su un tavolo, inutile. Eppure sempre sempre sempre c’è una Mano che mi fa rientrare nelle acque profonde, calme, tempestose, con Lui sempre con me. Grazie. È stato un abbraccio dal Cielo!

  17. Que lindo recuerdo!!! “El barquito” fue cantada durante mucho tiempo en mi familia. Sirvió de canción de cuna para mis hijas, siempre tratando de que el mensaje quedara marcado en sus corazones. “Solo con amar siempre a los demás”…se repetía en mi interior día siguiente durante algunos momentos de trabajo. Gracias querido Gustavo!

  18. Bell’articolo! Senza rendersene conto, chi legge viene proiettato in quel momento, sembra di riviverlo! E anche la chiusura è bella, riassume in una frase l’insegnamento sotteso all’esperienza..molto scorrevole! Grande! Grazie!👍

  19. Impecable Gusti. Es una canción apta para cualquiera que sea niño por dentro.
    Pienso en mis nietos de 15 años; en una de esas una de 16 podría componer algo al tipo. Gracias

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