La Dama y el Canillita

​En
el umbral de la puerta de mi casa tenía un macetón con hojas verde hierba, delgadas y altas, tan humildes como fuertes y aguantadoras. Pasaban totalmente desapercibidas, silenciosas y sin aroma alguno. Cuando entraba siempre las saludaba con un afecto especial. Admiraba la pobreza de la planta, llena de perfumes imperceptibles, que esperaba, paciente, su momento de gloria.

En el barrio había un canillita, le decían Pucheta porque andaba siempre con un pucho en la boca. Todos lo conocíamos, nos traía el diario antes del amanecer. Estaba lleno de historias alucinantes que contaba naturalmente. Parecía una persona misteriosa. No vivía en nuestro barrio, pero era parte del paisaje. Una madrugada, rompiendo mi rutina, salí de mi casa y me crucé con él. Como estaba oscuro, lo reconocí por su brasita encendida en la boca. Tenía mi diario en la mano y dijo eufórico: – ¡Vi cómo nacía, créame, le aseguro que no era un sueño! La vi en el mismo momento en que venía a este mundo y me acordé de una novia la primera vez que nos miramos.

Luego continuó sin el pucho en la boca:

– Estaba por dejar el diario a su lado donde siempre, cuando de pronto noté que en la punta de una de las hojas empezaba a nacer una flor y aparecía en todo su esplendor y belleza.

Le costó terminar su descripción, como si aún estuviera encandilado: – Créame -insistía-, la flor se estaba abriendo, entregándose a la luz y a mis ojos, dejando en el aire la misma sensación que dejan las estrellas fugaces. Los dos nos quedamos mirando la flor de color blanco, fucsia y violeta, con cuatro pétalos exuberantes. Su aroma me transportó por un momento al paraíso. Al día siguiente, algunas abejas se posaban en ella. Pero a las pocas horas, había desaparecido sin dejar ninguna señal de su existencia. La Dama ya no habitaba en este mundo. Me quedé mirando hacia donde había estado la flor, pensando que una vida que dura sólo un día puede justificarse si alcanza para conocer la belleza y para sentir el roce de unas cuantas abejas.

Cada vez que entro en mi casa, saludo con afecto a mi planta, admiro la pobreza de sus hojas verde hierba y recuerdo aquel día único; la plenitud del momento vivido por la pequeña flor que se adueñó de los presentes y nos hizo percibir, por primera vez, la inmensidad de la vida.

Gerardo Clariá

 

ALEGORÍA NATALICIA

Estaba por publicar en mi blog este hermoso relato breve de mi hermano Gerardo cuando, hoy al despertar, se me presentó a la mente como una alegoría a la cercana Navidad. Es probable que les parezca un poco forzada mi versión, sobre todo porque no estaba en la mente del autor; por lo que trataré de hacer el parangón con la mayor simplicidad.

El macetón bien podría ser un humilde pesebre, ¿por qué no? Y la pequeña flor de excepcional belleza, ¿no les sugiere a Alguien que, en su pobreza, “se entregó a la luz, trasportándonos con su aroma al paraíso”? Sus pétalos eran blancos como la nieve, pero también fucsia y violeta. ¿Pureza de Infante y profecía de sufrimiento?

Los pastores … ¡Quién mejor que un canillita para llevar la “Buena noticia”, como lo hicieron los pastores de Belén también en la oscuridad de la noche! Él fue testigo del Nacimiento, constató su esplendor y belleza, no pudo esconder su estupor y enseguida lo compartió.

María y José … ¡Claro que están! Ella, la humilde planta que dio a Luz la Flor, y Él la misma planta que le ofreció protección y sostén.

Faltan los reyes de Oriente … Ah, por supuesto, ¡mi hermano Gerardo! No es rey, pero es doctor. Y fue él quien, en camino hacia su casa, supo admirar la Flor en su pobreza y “percibir, por primera vez, la inmensidad de la Vida”.

¡Feliz Navidad!  Gustavo Clariá

 

(Gerardo es uno de mis hermanos mayores. Médico, padre de 8 hijos, también él aficionado a la escritura. Este breve relato lo tomé de los “Apuntes del Gerar”)

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

17 Risposte a “La Dama y el Canillita”

  1. Muy linda tu alegoría Gustavo!!!! Me encantó!!! Qué lindas imágenes alrededor de las imágenes de Gerardo!!!! Muy muy lindo!!!! Gracias!!!

  2. Grazie Gustavo di questo racconto e la tua allegoria. Buon Natale a te e ai popi. Spero che stiate bene. Un abbraccio.

  3. Molto bello il racconto, come anche la pureza d’anima che voi avete, Gerard anche si è médico, ma pieno di sapienza per le cose della natura. Certo Che Dio a dato a te e tuoi Fratelli la sensibilità Delle cose create da Dio e anche il doni della scritta. Sietti scritori nati. Benedetto il ventre della tua madre che a puesto nel mondo figli santi e con sapienza. Il fiore é belíssimo, ha dei colori divino. Mi sono ricordata della Madonna, un Blu, azurro com bianco che é próprio da Lei. Com questa beleza e questo profumo nell’anima desidero a te e ai tuoi un 2022 pieno di Pace, gioia e sucesso esteso a tutta la família.

  4. È un grande dono per tutti la capacità che Dio ti ha dato di fare famiglia, ringraziamo Dio con te e grazie per queste belle notizie, un saluto a tutti!!!

  5. Buon Natale. Uno nello stupore di questa festa che, come la tua storiella, ci ricorda l’importanza di spendere bene la nostra vita 😉

  6. Grazie! Lo invio ad una ragazza che quest’anno ha perso il papà per Covid e ancora non si dà pace… BUON NATALE, GUSTAVO!🌟🌟🌟

  7. Muy bonito y profundo el relato. !!Felicitaciones Gerardo!!, veo que en esta familia hay muchos escritores!! La alegoría navideña me sorprende por la sintonía en varios aspectos con el mensaje del Papa Francisco en la misa de hoy de Navidad!! Expresó que la pequeñez es el camino que Dios eligió para llegar a nosotros.

  8. Gustavo saludos en esta Navidad, siempre nueva, la Fiesta de las Fiestas! Felicitaciones a Gerardo! Que delicadeza y riqueza de texto! Me viene darles a ambos un gran abrazo y mi gratitud por la simpleza y belleza de relato! Abrazo renovado!

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