Listos para partir a la Meseta

Una “pizzada” para recoger fondos para financiar el viaje a la Meseta.

A conclusión de la Mariápolis del norte del Perú, a fines de julio de este año en Chulucanas, se lanzó una iniciativa para ayudar a dos pequeños poblados de la Meseta Andina golpeados por los efectos desvastantes de la Corriente del Niño. Dos poblados, Arenales y Pechuquiz, que algunos miembros de los Focolares ya visitaban desde el 2017, cuando la Corriente del Niño causó los estragos. A comienzo de agosto, Maricela y Marié de Chulucanas, junto a José Luis, médico que vive en Piura, hicieron un primer viaje de reconocimiento.

Encontraron mucha desolación y necesidades. En esa ocasión avanzaron algunas propuestas al Teniente Gobernador de la zona, entre las cuales “realizar un fin de semana para compartir con todos (48 hogares), desde los más pequeños hasta los ancianos; restaurar la capilla y acondicionarla para realizar las misas, llevando un sacerdote; llevar abrigos y ropa para el friaje, alimentos de primera necesidad, medicinas (análgesicos, antipiréticos) y bloqueadores solares. Hacer una pequeña campaña médica en la zona. Conseguir apoyo de todo tipo para las viviendas”. El fin de semana señalado, 28 y 29 de septiembre, está ya a las puertas y son casi 20 las personas anotadas para participar. Son de las comunidades de los Focolares de Piura, Chulucanas, Talara, Olmos y Sechura. “Los que procedemos fuera de Chulucanas dormiremos en el asilo ‘Luz, Vida’. Allí nos encontremos al atardecer del viernes 27 para partir a las 5 de la mañana del sábado 28, junto a los chulucanos”, escribe José Luis. “Tenemos la disponibilidad de un camión con capacidad para 20 personas y los 600 soles del combustible (cifra aproximada) se dividirá entre los que lo usemos”.

El camioncito a disposición para llevar a los viajeros.

Han conseguido pintura, una puerta, marco, bisagra y cerradura, per restaurar la capilla. Una gran cantidad de medicinas para la “campaña sanitaria” que desarrollarán. Alimentos para la “olla común” para 80 personas aproximádamente y muchos indumentos para proteger a los habitantes de los poblados del frío. “Este no es un viaje de paseo o turismo, ni tampoco una repartición de alimentos y de ropa, -aclara José Luis- es, en cambio, una experiencia para compartir con la gente del lugar dos días, regalando nuestro tiempo y vida, trabajando con los pobladores para arreglar su capilla, llevando los sacramentos, catequésis, atendiendo a enfermos, visitando y limpiando las casas de los ancianos, jugando y cantando con los pequeños, dando abrigo al que lo necesita”. Y otros participantes, agregan: “Participando y aprendiendo con la sencillez de la comunidad”, “Sirviendo a nuestros hermanos”, “Dando testimonio con el Amor que Dios existe”. La última recomendación: “Sería bueno que los que participemos nos preparemos confesándonos y orando esta semana para estar en gracia de Dios y poder llevar a Jesús en medio nuestro a la Meseta”. Una experiencia de “salir juntos”, como comunidad, para amar concretamente a quien más lo necesita. Gustavo E. Clariá

Visits: 337

Condividi