En el balneario más chic (segunda parte)

Como lo prometí, retomo el relato en donde lo dejé. Cantando en los bares de Punta del Este, el balneario más “chic” del Uruguay y de la región, para recolectar fondos para la ciudadela que estaba surgiendo cerca de Montevideo, capital uruguaya.

Sucedió, una de esas veces, que se nos acercó una distinguida señora que se presentó como la propietaria del único teatro del balneario. Estaba entusiasmada con nuestras canciones y nos ofrecía su teatro para que hiciéramos un recital. No podíamos creer lo que nos estaba sucediendo: ¡de los bares, con dos guitarritas y un bombo, estábamos por subir al escenario del teatro de Punta del Este!

Luego que se nos fue pasando la emoción, nos dimos cuenta de que “no todo es oro lo que brilla”, pues la única posibilidad que teníamos, en ese fin de semana con las dos noches ya ocupadas en el teatro, era preparar un recital en pocas horas para …  las 5 de la tarde del sábado, cuando TODO  el mundo estaría disfrutando del sol y de la playa. ¿Quién sacrificaría ese mar estupendo y esas playas soñadas para encerrarse en un teatro, a las 5 de la tarde y en pleno verano, para escuchar cantar a un grupo desconocido de muchachos?

Pero como era ya nuestra costumbre, no nos detuvimos a reflexionar demasiado. Era lo que “la providencia” nos ponía delante y no la íbamos a rechazar.

Teatro de Punta del Este (Uruguay)

Así fue que comenzamos a recorrer las calles de la ciudad, los bares, las plazas, las playas … ofreciendo entradas para nuestro recital. Logramos vender como 50 entradas en el lapso del poco tiempo que nos separaba de la hora prevista. Y a las 5 en punto comenzamos el recital con un teatro … ¡totalmente vacío!

Me corrijo: ¡había una persona! Era la limpiadora, que interrumpió su trabajo (¿de lástima?) para escucharnos cantar. Tocamos y cantamos para ella, como si el teatro estuviera lleno.

En el fondo ¿una sola persona no vale el mundo? Nosotros pensábamos que sí. A mitad del “espectáculo”, nos pareció ver en el fondo de la sala que alguien se movía. Parecía un hombre con cabellos largos y barba, en bermuda y sandalias. Cuando finalizamos, se nos acercó y se presentó. Nos dijo que era el director del “Happening” de la noche y que había venido antes para prepararlo; que ya llegarían sus colaboradores. Nos explicó que en su “happening” estaba prevista, en el intervalo, la libre performance de parte del público. Que si queríamos podíamos participar del espectáculo de la noche y, cuando él abriera el micrófono a los participantes, teníamos la posibilidad de presentarnos también nosotros. Sin entrar mucho en detalles aceptamos (“a caballo regalado no se le miran los dientes”) y sólo preguntamos cuántas canciones podíamos cantar. Nos miró con una sonrisa irónica y respondió: “Hasta que los aplaudan”.

Teatro de Punta del Este (Uruguay)

La noche llegó rápido y nos encontramos en medio de la sala rodeados de gente parecida a él, es decir hippies. Muchos con barbas y pelos largos, sin calzado y con los pies sobre las butacas, un humo producido por la gran mayoría de fumadores y por el que se lanzaba desde el escenario. El espectáculo fue adelante con la música a todo volumen, en penumbra, con imágenes que se proyectaban en los laterales de la sala y la gente parecía poco interesada. Llegó el intervalo, abrió el micrófono, fuimos los primeros en subir al escenario. Ya cuando nos presentamos, Antonio con su fuerte acento provincial y yo con la tonada cordobesa, fuimos acogidos con simpatía. La primera canción hablaba de la paz y produjo una explosión de aplausos. Dedujimos que podíamos seguir cantando. Nos seguían con tanto entusiasmo que el director del “happening” se preocupó porque estaba cambiando la “atmósfera hippie”. Subió entonces al escenario, nos agradeció con la intención de hacernos bajar y, en ese momento, se me ocurrió decir cerca del micrófono: “¿Podemos cantar otra?”. El público gritaba entusiasmado: “otra”, “otra”, “bis”. Y el pobre director tuvo que aceptar que cantáramos la tercera canción.

Apenas bajamos del escenario y se apagó la luz, nos esfumamos literalmente del teatro y regresamos felices en el rastrojero, a la luz de la luna, agradeciendo por la “providencia” que había llegado con tanta abundancia.

Gustavo E. Clariá

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

26 Risposte a “En el balneario más chic (segunda parte)”

  1. Espectacular, GUSTAVO CLARIA!! VIVA LA TONADA CORDOBESA!! GRACIAS UN GRAN ABRAZOS 🙋🏼‍♂️👩‍❤‍👨👏👏

  2. Bello il racconto !! Dopo ne farai un libro ? Io ho scritto il profilo per Josse Heugens, un Popo sposato partito alla vigilia dei suoi 88 anni.

  3. Excelente anécdota!!! Que maravilla saber estás historias tan lindas. Poder conocer estas historias contadas en primera persona es un lujo realmente. Gran abrazo!!!

  4. Hola Gusti. Se me pasó esa hermosa foto y el blog.
    Quedé impresionado gratamente con estás insólitas experiencias aunque en el fondo no me sprprendan
    Por más Punta del Este que fuera es difícil reslstirse al mensaje universal propuesto y cantado
    por jóvenes tan convencidos del ideal. Qué hermosa época Entiendo tu entusiasmo.
    Muy bien relatado cómo siempre. Abrazo.

  5. Que historia tan linda, me parece que cuando estaba en el Conjunto “Gen Armonìa de Venezuela” de chicas, el nombre nos lo dio Chiara…nos contaron esta historia que nos animò a cantar en Colegios, sin esperar que todos estuvieran atentos, al final varios chicos y chicas fueron conquistados por nuestros espectàculos, pero lo que nos contaban del Gen Rosso, del Gen Verde y de otros grupos Gen del mundo nos animaba a seguir casi dos fines de semana por mes viajando por varios estados o Provincias de mi linda Venezuela… Yo tocaba la guitarra electrica, componìa canciones como tù y era una de las 2 solistas del grupo… tenemos mucho en comùn Gustavo…Gracias por compartir…

  6. 😄😄Gusti en q año fue eso?q gracioso .Amo Uruguay y los uruguayos ….realmente no me imagino a nadie yendo al teatro a esa hora.y q bueno lo q lograron

  7. Así fué querido Gustavo! Fué todo un triunfo de Maria: en Punta del Este! Fueron nuestras primeras experiencias, como gen, en Uruguay!
    🙏😇👍1

  8. Grazie Gustavo quando tutto si fa per amare l’altro tutto riesce bene perché è Gesù che lo fa attraverso di noi! Suonare per una persona suonare per mille persone per noi è la stessa cosa in quel momento è un atto d’amore che si deve fare verso coloro che ci stanno ascoltando ! Ma questo lo si può fare solo se si ha Gesù in mezzo a no sul palco!! È un po’ l’esperienza che ho fatto ai tempi del Gen Vita e che oggi mi manca tanto ……………..che vorrei tanto rifare ………….!! Ti affido questo mio desiderio Gustavo perché insieme lo affidiamo a Lui perché si compia la sua volontà su questo mio desiderio……..,… 🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻Ancora grazie Gustavo. Sempre 1️⃣ 😀😀😀👋🏻👋🏻👍🏻🎼🥁

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