¡Operativo Rescate!

Alex
trabaja en una empresa que realiza el trabajo de regado de vías con cisternas de 5000 galones de capacidad. Recogen aguas de diferentes pozas salmueras (agua con una concentración de cloruro de sodio disuelta, superior al 5 %), y riegan los diferentes puntos asignados dentro del predio y las instalaciones de una gran mina del norte del Perú. La empresa SHG (Servicios Hidráulicos Generales SRL), se mueve impulsada por seis valores fundamentales: la vida en primer lugar, actuar de manera correcta, crecer y evolucionar juntos, valorar a quien hace la empresa, hacer que suceda, cuidar de nuestro planeta. Animado por el Evangelio y por los valores de su empresa de atender y proteger al ambiente y a todas las especies vivas, me cuenta una experiencia vivida en su trabajo:

El euipo de trabajo de Alex.

“En mi empresa trabajo como Supervisor de SSOMA (Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente) y realizo toda la gestión referente a los indicadores de seguridad del personal, equipos y proceso. Estoy pendiente de la salud del personal, que no se lesione, el único objetivo cero accidentes personales. También cuidamos que nuestro trabajo no genere impactos negativos al medio ambiente, que nuestra flora y fauna estén protegidas, pues nosotros somos ‘intrusos’ y por ende tenemos que respetar su hábitat sin deteriorarlas. Esta mañana realizamos una labor de rescate en nuestro centro de trabajo. Es común que en las pozas mueran animales creyendo que es agua dulce. Descienden por la pendiente muy inclinada para tomar agua y se desbarrancan, sobre todo chivos, vacas y zorritos. Hoy encontramos a un zorrito luchando por su vida, sin esperanzas de subir por sí solo, sería una víctima más.

Poza salmuera (agua con cloruro de sodio disuelto, superior al 5 %)

En Mina (la empresa que nos contrata) hay un número de emergencia RESCATE, pero al ver que no tenía respuesta, decidí  rescatarlo. No se podía esperar. Con una manguera para succión, sujetada a una cuerda, lancé la cuerda a la poza para que el zorrito se cogiera con sus garras, pero no tenía más fuerzas para subir. Opté por jalar la soga hasta poder subirlo con manguera y todo hasta una cierta altura y procedí a bajar, con la ayuda de dos compañeros de trabajo que me sostuvieron la soga, y logré rescatarlo. Lo traté de abrigar con mi polo y justo pasaba una camioneta que, sin dudarlo, me llevo a la oficina de RESCATE. No había nadie… ¡Nos habíamos cruzado en el camino! Cuando regresaron y vieron al zorrito apoyado en el mueble uno de ellos, enojado, dijo: “Sácalo de allí que lo va a mojar, ha de estar contaminado”. Lo miré y le dije que mi ropa también estaba mojada por darle calor al animalito y no me incomodaba. De frente a mi respuesta, cambió de actitud y se propuso a ayudar a calentarlo con un tubo de escape de su camión.

Alex con el zorrito.

El zorrito jamás intentó atacarme, por el contrario, sentí que él se confiaba en mí y se acurrucaba en mi polo para captar calor. Así logró recuperarse y ahora ya está libre y junto a su familia de zorritos. Después de algunas horas, supe que uno de los encargados de seguridad de Mina hizo un comentario negativo sobre mí por el hecho de que me expuse al ingresar a la poza, con el riesgo de que hubiese podido morderme el zorro. Aunque me doy cuenta de que estamos como estamos, por gente sin corazón y sin espíritu del cuidado de lo Creado, no me desaliento. Me estimula el ‘pasa palabra’ de hoy: ‘Sé fuerte, con la esperanza puesta en el Señor de lo Creado”.

Su relato me trae a la mente las palabras del Papa Francisco que nos invita al cuidado de la tierra y de sus habitantes. Lo hace, poniendo como ejemplo al Santo de Asís: “San Francisco entraba en comunicación con todo lo creado, y hasta predicaba a las flores invitándolas a alabar al Señor, como si gozaran del don de la razón… porque para él cualquier criatura era una hermana, unida a él con lazos de cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe.” (Laudato síi, 11).

Es la actitud que tuvo Alex, una sensibilidad que es deseable que crezca siempre más en cada uno de nosotros.

Gustavo E. Clariá

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.