Todo llega

Es
una frase que me resuena dentro de mí desde hace algunos meses: “Todo llega”. Siento que se repite muchas veces al día y, cada vez, es como si pusiera orden a lo que estoy haciendo: Todo llega.

Falta una semana para un evento importante, podría preocuparme, impacientarme, acelerar en la preparación, exigir, exigirme, dormir mal … “Todo llega”, me resuena otra vez dentro de mí, y todo se acomoda, la precupación desaparece. Llegará el evento, también el viaje previsto al día siguiente, las filas interminables para los controles que exige la pandemia … “todo llega”, también mi turno llegará y me encontraré volando hacia Roma, con escala en Madrid donde parece que hay más restricciones; nace la preocupación, “todo llega”, desvanece la ansiedad. Llega el control español, y el viaje sigue sin problemas. Llegará también Fiumicino, Roma, y luego de 7 horas de espera (¡7 horas que podrían parecer eternas, después de un viaje de 20 horas!) anuncian mi vuelo hacia el sur y esas horas en el aeropuerto romano pasan de un soplo.

“Todo llega”, una frase fantástica que me está ayudando muchísimo a vivir con serenidad el momento presente de la vida. Diría, a disfrutarlo.

“Todo llega”, casi como pendant y complemento de otra frase que por años me ha acompañado, desde que conocí, aún adolescente, la espiritualidad de la unidad: “Todo pasa”. Sí, esa frase me había impresionado mucho. “Todo pasa, sólo Dios queda”. Era la síntesis de la experiencia de Chiara Lubich y sus primeras amigas que, durante la guerra, cuando todo se derrumbaba, experimentaron que “todo pasa, pero que Dios permanece”. Y así lo eligieron como único Ideal de la vida por el cual valía la pena vivir.

Aquel “todo pasa” estaba vinculado a la muerte próxima, a lo que es vanidad y que, por lo tanto, pasa. Y me había ayudado a vivir mi vida, la aventura de la unidad, como lo había sido para Chiara y los primeros: con esa conciencia y que, por lo tanto, qué cosa más inteligente que tratar de que lo vivido permanezca. Es decir, en el amor, porque Dios es Amor y sólo el amor permanece.

Desde hace algunos meses, en cambio, empezó a resonarme dentro de mí este feliz “todo llega” que me habla, más que de muerte, de resurrección; más que de vanidad, de esperanza.

Sí, porque es inobjetable que todo pasa y que “pasarán el Cielo y la tierra”, pero es también cierto que “Sus palabras no pasarán”. Y El es la Resurrección y la Vida.

Si hasta hace algunos meses, y por muchos años, el “todo pasa” me ayudó a ir adelante en el santo viaje de la vida apuntando a lo esencial, el “todo llega” actual me abre a la esperanza de la Vida, de la Resurrección.

Llegarán, tal vez, la vejez, la enfermedad y también la muerte, y “pasarán”, porque llegará (al tercer día, día indefinido) también la Resurrección. Y ya sucede en el hoy del momento que vivo: “todo pasa” y “todo llega”, una frase –la primera– que me lanzó y sigue impulsándome a vivir la aventura del “sólo Dios queda”, y la segunda frase hoy me empuja con fuerza y esperanza hacia la Vida que llegará, porque “todo llega”, y llegará para quedarse por toda la eternidad.

Gustavo E. Clariá

 

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

27 Risposte a “Todo llega”

  1. Hola Gustavo! Hermosa experiencia del “Todo llega”. También estoy experimentando esa realidad. Me hace vivir el momento presente. Y me da más serenidad para solucionar los problemas que llegan cada día. Gracias!

  2. Me encantó tu escrito y fue mi meditación nocturna. “Todo llega”, “Todo pasa, sólo Dios queda”. Así es. Un resumen de la vida. Muy lindo!

  3. Gracias Gustavo por tu linda experiencia “Todo llega”, muy profunda. Que la Virgen te acompañe en todo. Muchas bendiciones!

  4. Hermosa tu reflexión, Gustavo. Y hablando de muerte-vida, te comparto una reflezión de mi madre. También ella, como vos, escribía así, muy parecido a vos. Tiene algo de encanto.

  5. Carissimo Gustavo… CIAO! Mi sono rimesso in pari leggendo le ultime tue comunicazioni. Grazie di cuore. Quella di ieri in particolare, “Tutto arriva”, molto bella, mi ha riportato col pensiero all’incipit del mio Recital, “Nuvole e Sassi”.

  6. Che parole alte! C’è alta filosofia nei tuoi scritti! È vero che la traduzione non rende in pieno, potrebbe tradursi anche “tutto torna”, tutto quadra, ecc. Ma chi ha orecchie per intendere intenda!

  7. Nel libro scrivo in una delle pagine che gli eventi arrivano un po’ per volta, passo dopo passo, esperienza dopo esperienza, viaggio dopo viaggio, a piccoli sorsi, a sorsi titanici ma alla portata di quanto il nostro stomaco può contenere, di quanto il cuore può emozionarsi. Un giorno alla volta. Perché? Perché la nostra mente possa ricevere ogni singolo secondo che trascorre gradatamente per non farla imbizzarrire di eternità alla quale tutti già da sempre partecipiamo e siamo destinati. Il peso dell’eternità si riempie a piccoli sorsi! Un abbraccio! Grazie Gustavo

  8. Qué bueno conectarse con la Vida !!! Jesús dijo “Yo soy la Vida”..y también “he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”… Gracias Gustavo por estas palabras llenas de esperanza que ponen color y luz a la vida en estos tiempos difíciles que nos ha tocado transitar cómo humanidad.

    1. Linda reflexión como un empezar, lo que llega y luego se va no perdura nada es eterno, sólo Dios. Bendiciones Gustavo

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