El abogado y la vaca

Mi
primer trabajo en la naciente ciudadela en medio de la pampa fue en el tambo: tenía que ordeñar dos vacas. Nos levantábamos a las 6 de la mañana y, luego de una breve meditación y un frugal desayuno, íbamos cada cual a su trabajo.

Yo tenía, primero, que agarrar el caballo que al igual que todos los animales en la pampa, pasaba la noche libre en la pradera. Una vez montado sobre la yegua, arreaba las vacas hasta el tambo para ordeñarlas. Siempre me acompañaba el perro, que no se quería perder la ocasión de ladrar a las vacas y morderles las patas apenas se salían de la brecha rumbo al tambo.

Al comienzo, quedaba agotado después de pocos minutos de comenzar a ordeñar. Se me hinchaban los brazos y me parecía que estallarían. Las vacas, como si supieran que era novato, se aprovechaban para arruinar mi trabajo orinando justo cuando estaba por terminar con el balde casi lleno … Pero al cabo de poco tiempo ya había aprendido y los brazos no me dolían más. También las vacas me habían aceptado como un hecho ineludible y habitual, por lo que las cosas estaban bien encaminadas.

Un día se agregó al grupo de pioneros un abogado ecuatoriano. Era más grande que nosotros y se expresaba con tal propiedad que lo mirábamos con admiración. Pero una cosa era expresarse con la palabra y otra hacerlo con las manos … Lo constaté cuando llegó una mañana al tambo con la consigna de que lo habían designado para que me ayudara. ¡El abogado ecuatoriano sería mi ayudante! Así eran las cosas en la situación de pioneros en la que nos encontrábamos.

Con paciencia le fui explicando cada paso: tomé la ubre en la mano e hice el movimiento de los dedos, apretando suavemente, del primero al último para que saliera la leche. No era difícil, pero había que coordinar bien los dedos y hacerlo con delicadeza y decisión para que la vaca se confiara y permitiera que llevaras adelante el trabajo. Le expliqué que convenía atarle la cola a sus patas traseras, para evitar que diera un colazo y te volteara el balde. Le expliqué, también, que tuviera el balde alejado de la zona de peligro … porque seguramente la vaca, dándose cuenta de que era nuevo, aprovecharía para orinar sobre el balde o haría algo peor …!

Finalizadas mis indicaciones, pasamos al trabajo: yo ordeñaría la vaca más complicada y él lo haría con la mansa. Estábamos sentados de espalda, por lo que no nos veíamos, pero nos sentíamos. Sí, yo sentía el “chis, chis, chis …” de la leche de su vaca que iba saliendo, cuando de repente no se escuchó más. Silencio. Me dí vuelta para ver qué sucedía y la escena que vi era para filmarla …!

En ese tiempo no existían los celulares por lo que sólo podré contárselas: el abogado ecuatoriano tenía una teta en la mano y trataba de insertarle una pajita … “¿Qué haces?”, le pregunté. “Es que se ha obturado y no sale la leche …”, respondió con suma inocencia. Recuerdo la cara de la vaca que lo miraba como diciendo ¡“Encima esto me tenía que suceder, que me ordeñara un abogado ecuatoriano”!

Gustavo E. Clariá

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Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

26 Risposte a “El abogado y la vaca”

  1. Aún nos estamos riendo con Vicky después de la lectura de tus graciosas experiencias con el doc ecuatoriano y la vaca … 😂😂😅👍

  2. Qué lindo Gustavo!!! Me contaron que Vittorio fue a comprar una máquina ordeñadora. Le preguntaron cuántas vacas tenía … 10 vacas … Y va a comprar una máquina por 10 vacas? “No, la compraré para los 4 muchachos que trabajan en el tambo!

  3. Que maravilla los caminos de Dios y María 💕seguramente vos creías que el logro de inscribirte era el eje, sin saber que eras herramienta necesaria para llegar a Andrés y el resto de la familia.
    Por otro lado y como siempre la figura de luchadora incansable de tú mamá !! No puedo dejar de pensar en ella con 17 hijos y con la dedicación para cada uno, realmente admirable💕

  4. Te admiro que sabes hacer tantas cosas como limpiar y ordenar un monasterio ,cantar en alemán. Ordeñar vacas etc.
    Del ordeño tuyo y del abogado estuvieron muy simpaticos. Gracias por compartir .

  5. Gracias Gustavo. Muy gracioso. Buena experiencia en la técnica del ordeño tan distinta a la del litigio. Se ve que ese colega confundía el arte de decir con el arte de ordeñar.

  6. Que experiencia …lo que mas me gusta, reconozco, es que me estoy enterando que hacias mientras nosotros rezabamos por vos aca. Hiciste de todo un poco y sin hacerle asco a nada👏🏻👏🏻👏🏻. Creo que la parte del caballo debe haber sido la mas llevadera. Esos animales son vos; siempre te asociare a ellos🐴

  7. Que Lindo esta el escrito querido Gustavo Claria. Tu escritos son maravillosos porqué uno se va riéndo mientras los lee y cuando termina uno se queda con de seguir leyéndolo. Por favor no pares de escribir Campeón..un gran abrazos y Saludos! 💪💪🙋🏼‍♂️1⃣

  8. Que buena historia!! Jajajajajaja definitivamente las vacas son de cuidado! La naturaleza es sabia ! Saludos desde Perú

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