La
ciudad de Chulucanas, con casi 60.000 habitantes, se encuentra en el norte del Perú, a 80 km de Piura.
A nuestra “Institución Educativa Agropecuaria # 33 Amauta” acuden muchos chicos que llegan 
caminando de lugares lejanos y no logran regresar a sus casas para almorzar.
Pensando en ellos, le propusimos al obispo, Mons. Daniel Turley Murphy, abrir un comedor.
No teníamos nada. Nos faltaban ollas, platos, tazas, mesas, sillas, todo … Recibimos la primera ayuda del Focolar para comprar los utensilios necesarios. Así, también con otras ayudas, surgió un comedor al aire libre para los chicos, algo que alegró mucho a nuestro obispo.
Hoy logramos dar de comer, en media, a 65 chicos, de los cuales 35 gratuitamente, y a casi 20 maestros. Aunque todo aún es muy precario y al aire libre. A los maestros se les cobra s/ 3,5 y a los alumnos que pueden s/ 3. Logramos también pagar s/ 20-25 diarios a los cocineros.
El dinero que se recoge se vuelve a invertir para comprar los alimentos necesarios y para pagar a los cocineros. Nos movemos con un budget mensual de s/ 1.200 y nos confiamos en la providencia para que los números cierren cada mes.
Cada vez experimentamos el mismo milagro: ¡las cuentas cierran con lo justo! gracias también a la buena voluntad de quien nos ayuda. 
Para proteger del fuerte sol y de las lluvias a los chicos mientras comen, con una ayuda que nos llegó comenzamos a construir el techo del comedor.Y con la disponibilidad de algunas personas que ofrecieron gratuitamente la mano de obra, los trabajos pudieron comenzar. Pero para poder continuar esperamos que llegue la providencia.
El costo total del proyecto, entre materiales y mano de obra paga, es de s/ 4.330. Una cifra muy elevada para nosotros. Agradecemos a quienes deseen sumarse para que estos chicos puedan seguir comiendo todos los días, protegidos del sol y también de la lluvia.
La comunidad de los Focolares de Chulucanas
Foto © Gustavo Clariá
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