¡Siempre listo!

Recuerdo
los veranos de mi infancia en las sierras: ¡cómo nos divertíamos! Partíamos de la ciudad en un camión cargado de todo lo necesario (comida, colchones, cobijas, ropa, faroles, velas, platos, ollas …) para disfrutar de las sierras, del río, de los caballos y del sol. Éramos siempre un montón, entre hermanos, primos y amigos, por lo que la diversión estaba asegurada.

Aquel verano lo recuerdo muy bien. Creo que tenía 11 años recién cumplidos. Me llamó la atención un grupo de boy scout que acampaba cerca de nuestro casa. Me atrajeron sus actividades y, en breve, estaba jugando con ellos como si nos conociéramos desde siempre. ¡Qué aventuras maravillosas para un niño de mi edad! Buscar a alguien que se había escondido, rastreando las huellas, a veces mínimas; pero lográbamos detectar una ramita quebrada, un tallo doblado, una huella en el barro …

¡Y el juego del pañuelo! Ese sí que me gustaba. El pañuelo scout que se lleva normalmente en el cuello, nos lo poníamos en el cinto detrás del pantalón y jugábamos a quién se lo arrancaba primero al otro. Yo, como era bajito, a menudo lograba ganar quitándoles el pañuelo por debajo … ¡Era mi truco!

Cuando regresamos de las vacaciones, mis amigos scout me invitaron los sábados, cuando se reunían para seguir haciendo sus actividades siempre muy atractivas. Con ellos aprendí a encender el fuego sin fósforos ni nada, sólo con el roce de dos piedras junto a pequeñas ramitas; me volví experto en nudos; aprendí a hervir el mate cocido en una lata de duraznos al natural y hasta elementos básicos de primeros auxilios  …

Mi grupo estaba en el barrio General Paz, lejos del mío. Tenía que tomar dos ómnibus para llegar y, además, era un ambiente mucho más humilde del que me rodeaba. Yo no me percaté de este hecho, o si lo hice no le di ninguna importancia. Eran mis nuevos amigos y basta.

Recuerdo
el día en que pronuncié mi juramento. En realidad era muy chico para hacerlo como boy scout, pues tenía apenas la edad de un lobato. Pero me había hecho amigo de chicos que eran un poco más grandes que yo, y ni ellos ni yo hubiéramos aceptado que nos dividieran.

Ese domingo estaba todo preparado para la fiesta solemne. Nosotros lucíamos el uniforme, pantalón largo (a pesar de mi edad) y camisa del mismo tono marrón arena, y un hermoso pañuelo rojo en el cuello con una franja amarilla. Mi nombre de scout lo había elegido después de mucho reflexionar: “Caballo árabe”, los mejores caballos del mundo, pensaba. Y tenía aferrado el pañuelo al cuello gracias a un hueso de vaca bien trabajado con las iniciales C.A.

La sorpresa me la dio mi padre: llegó con su traje más elegante …! Sólo en ocasiones especiales lo usaba. Sin embargo ese día se lo puso por mí. Fue mi orgullo delante de mis amigos. Cuando juré “Siempre listo” para ayudar al necesitado, lo hice como un auténtico boy scout: para siempre.

Gustavo E. Clariá

Visits: 220

Condividi

Pubblicato da Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

16 Risposte a “¡Siempre listo!”

  1. Qué lindos recuerdos querido Gustavo. Desde pequeño con tu vocación al servicio de los demás. Qué lindo gesto el de tu papá que con gran amor llenó tu corazón de sano orgullo delante de tus compañeros. Gracias por compartir tan lindas experiencias, auténtico boy scout para siempre! (Mirtha, Perú)

  2. grazie Gus! E cosi’ sei stato anche boy scout. beh, quella storia di fare tanti chilometri per incontrarsi con persone diverse da noi ma che condividono uno stesso ideale…ti deve aver preparato sicuramente alle “pazzie” successive 😆 (Tomaso, Belgio)

  3. Gustavo
    Que linda vivencia!!
    Recuerdo que Roberto y Fernando nos contaban de esos veranos
    Una vez fuimos en carpa a San Clemente, creo que era uno de los lugares a donde iban
    Acampanos cerca del rio, muy lindos recuerdos!! (Ernesto, Argentina)

  4. Che nostalgia! Anche io prima di conoscere l’ideale sono stato scout ed ho imparato le tue stesse cose. Veramente bello! (Luigi, Italia)

  5. Está buenísimo.
    Te aseguro que recuerdo todas las historias. Muy bien escritas. Siempre listo (Gerardo, Argentina)

  6. Que linda historia!!! Emociona el imaginar momentos, y admira desde donde viene ese amor por el otro 🥰 sencillamente adorable y ejemplar, Felicitaciones (Alejandra, Argentina)

  7. Qué lindos recuerdos, Gustavo! También yo fui “lobato” y cantábamos: “lobato, lobato que niño tan guapo que está siempre alegre en su corazón …” (Javier, Amazonía)

  8. Ahhh mira ya tenias el gusto por los caballos. Qué hermoso recuerdo el de los scouts tan tuyo y tan profundo ese juramente q tiene gran continuidad con tu vocacion de Servicio. abrazote Gusti q sigas bien (Beatriz, Argentina)

  9. Linda experiencia de la vida de boy scout. Me trae recuerdos, hice algo parecido con un sacerdote Marista en Cajamarca. Por ejemplo cuidamos el tránsito en la ciudad el día de la Policia. Felicitaciones Gustavo

Comments are closed.