La alegría de la Providencia

Anoche, antes de acostarme me llega un mensaje por Whatsapp de mi amigo Jorge: “Ricardo, que vive en Perú, me tiene que pagar U$ 30 y me pide si tú  puedes anticiparlos”.

Jorge, al igual que yo, está en Córdoba y anticiparle el dinero no sólo le permite recibirlo enseguida, sino también evitarle a Ricardo los costos de una transferencia bancaria a otro país. De todas formas, yo tengo que sacar cuentas, pues la incertidumbre creada por la pandemia no me permite calcular el tiempo que aún estaré afuera, ni los gastos que tendré que afrontar, o si cuando se podrá viajar y si los pasajes a Buenos Aires y a Lima seguirán siendo válidos o tendré que volver a pagarlos… Le escribo, entonces,  que “mañana trataré de hacer cuentas y te respondo”.

Esta mañana, apenas me levanto reviso mis pocos recursos. Son pocos pero dispongo de más de 30 dólares. Decido vivir el momento presente y creer en la Providencia de Dios para lo que vendrá. Le respondo a Jorge, siempre por Whatsapp, que sí los puedo anticipar. En ese momento me vienen a la mente algunas familias conocidas que están pasando necesidades en el norte del Perú por no lograr trabajar, a causa de la cuarentena, y por lo tanto no tienen para comer. Nos hemos organizado para ayudarlos juntando lo que cada uno pueda dar, pero yo desde aquí lo poco que podría enviar sería apenas superior al costo de la transferencia bancaria. Pero ahora, con este pedido de Jorge, se me enciende una lamparita: ¿Y si le pidiese a Ricardo que, en vez de devolverme ese dinero cuando regrese, haga una transferencia en favor de esas familias por el equivalente a U$30? Estando él en Perú el costo bancario debería ser mínimo.

Me pongo de acuerdo con Ricardo y, enseguida después del almuerzo, me envía la constancia de la transferencia efectuada. Me da mucha alegría poder también yo, en el límite de mis posibilidades, ayudar a las familias que no tienen qué comer.

Pero no termino el mensaje para avisarle a Marisela, la coordinadora de las ayudas que van llegando, que me entra otro mensaje desde un medio digital italiano para el que, cada tanto, escribo: “Gustavo, hemos pensado pagarte el artículo que nos enviaste y también la traducción, por un total de € 50”. ¡Casi el doble de lo que acabo de dar!

Si antes me había alegrado por haber ayudado en algo a estas personas en dificultad, ahora la alegría es mayor por la llegada de la Providencia. Puedo decir que es verdad “que hay más alegría en dar que en recibir”. Y en este momento siento, además, la inmensa alegría de constatar una vez más, que nunca, nunca, el Padre del cielo se deja ganar en generosidad. “Den y se les dará”.

Gustavo E. Clariá

Published by Gustavo Clariá

Nato a Córdoba, Argentina, nonno piemontese, economista, comunicatore, scrittore. Ho vissuto la metà della mia vita in Europa (Italia in particolare) e l'altra in America Latina. Giramondo, aperto alla conoscenza di altre culture. L'unità, nel rispetto della diversità, della famiglia umana, è il mio orizzonte. Cerco, quindi, di vivere la mia giornata "costruendo rapporti" di concordia e di unità. Il mio contributo alla pace.

29 Replies to “La alegría de la Providencia”

  1. Bellissimo! 30 dollari è una cifra che mi fa sorridere, ma mi rendo conto che con la crisi attuale non si scherza! Questo fine settimana siamo con Tiziana alla Cittadella del Belgio per il nostro primo fine settimana fuori casa. Anche qui una bella esperienza. Gente che ha messo a disposizione la propria casa all’ultimo minuto e gratis, io che ieri li ho aiutati a tagliare il giardino e intanto l’unità che cresce ed il piccolo nella pancia anche 😆 (Tomaso, Belgio)

    1. Bellissimo Tomaso! Accompagno alla distanza il viaggio del vostro bimbo … speriamo che quando arrivi ci trovi migliori dopo la pandemia.

  2. Gustavo ciao! Grazie per avermi segnalato il tuo articolo! Ti leggo sempre con piacere perché è un modo per condividere la tua realtà del momento!!! Dalle notizie che abbiamo sappiamo che il virus sta ora mettendo a dura prova tutta l’America latina, ma in particolare il Perù. Il tuo blog me lo conferma…. Ti sono vicina con tutto il cuore e prego per il tuo/i tuoi Paesi. Un abbraccio!! (Chiara, Italia)

  3. Maravilloso.Corage el de Gustavo Claria de vivir al limite.Dios le bendiga!!
    Que bonito y cto animo da en vez de desconfiar…arriesga Gustavo. Da mucho animo para hacer lo mismo.🙏❤️🙏 (Francisco, España)

  4. Que linda experiencia Gustavo, tan cercana, sí Dios no se deja ganar en generosidad!!! (Mirtha, Perú)

  5. GRAZIE Gustavo …..questa esperienza mi fa ricordare di far funzionare la VERA comunione dei beni che deve essere sempre frutto di esperienze concrete e provenienti dal cuore … (Giovanni, Italia)

  6. Bella storia! Nei prossimi giorni ti faccio un bonifico anch’io, ti avviso👍 (Gianni, Italia)

  7. Grazie Gustavo, Un’esperienza più bella dell’altra, l’ultima mi ha fatto bene, anche ricordarmi la mia Parola di Vita,….date e vi sarà dato….. Che bello questo…… (Augusta, Italia)

  8. Ay este Jesús que en cuarentena no para de Obrar. Qué lindo Gustavo, excelente, gran testimonio (Diego, Argentina)

  9. Grazie Gustavo! Questi tuoi post sono gustosissimi… con il sapore dell’Ideale genuino vissuto oggi. Grazie di cuore… (Gianna, Italia)

  10. Experiencia muy efectiva Gustavo, ayudaste dos situaciones y la providencia respondió inmediato (Ricardo, Perú)

    1. Y tú fuiste la causa, porque si no me pedías que adelantara esos 30 dólares no se me hubiera ocurrido pedirte que hicieras desde allí la transferencia para las familias de Chulucanas.

  11. Que lindo, Gustavo! Te aseguro que es la experiencia que con Jenny vivimos a diario (Javier, Amazonía)

  12. Muy lindo lo que escribes, también nosotros estamos tratando de ayudar a familias necesitadas. Y es como dices “es mejor la solidaridad que recibir” (Rosa, Argentina)

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