Ayer
me llegó la noticia de la muerte imprevista de Giovanna, una amiga italiana de mi misma edad.
Me tomó de sorpresa. Hacía mucho que no nos comunicábamos, pero sabía que ella estaba bien. Fue un infarto. Su partida de este mundo me suscitó una pregunta que desde hace días me repito: ¿Cómo estoy viviendo este período de cuarentena? ¿Lo considero un tiempo especial “que ya pasará” y que “todo volverá a la normalidad” (¿qué normalidad?), casi como cuando te despiertas en un día lluvioso y lo vives esperando que al día siguiente salga el sol para, finalmente, vivirlo bien?
¿Lo estoy viviendo así, como un “time out”, un tiempo suspendido, esperando el silbato para retomar el partido? ¿Como si estuviéramos dentro de una pesadilla colectiva de la que, antes o después, nos despertaremos, por lo tanto sin poner demasiado énfasis en los días que pasan sin “producir” nada de importante; porque las pesadillas son simples sueños, no son parte de la realidad y, tarde o temprano, nos despertaremos para vivir la realidad?
¿Pero cuál es la realidad? ¿Giovanna habrá estado viviendo así este período, esperando volver a la normalidad? Conociéndola, realmente no lo creo. Para ella, como quisiera que lo fuera para mí, la realidad es ésta, la vida, así como se presenta: con cuarentena o sin ella. Ahora y cuando pase. Porque podría suceder que ya no estemos cuando pase, como Giovanna. Menos mal que ella no esperó al tiempo, “porque el tiempo no te espera”. Menos mal que ella siguió viviendo la vida, así como se le fue presentando, sin desperdiciar ni un solo segundo para disfrutarla, para hacer algo útil para ella y para los demás.
Es esta la pregunta que me repito en estos días: ¿Cómo vives la cuarentena, Gustavo? ¿Estás esperando que pase o no te dejas engañar y estás aprovechando cada día, cada minuto, para seguir viviendo el camino de la vida sin perder ocasión para crecer y estar atento a quien te queda cerca o a quien te necesita?
Desde hace días, antes de acostarme, reviso mentalmente la jornada concluída y trato de ver si hice algo o sucedió algo que le dio sentido al día, que pueda decir que valió la pena vivirlo y así dormirme en paz.
Pasará la pandemia y pasarán muchas otras situaciones que la vida nos presentará. Espero, como Giovanna, no esperar al tiempo, sino vivir la Vida hasta mi último minuto en beneficio de alguien y sintiendo que valió la pena.
Gustavo E. Clariá
Visits: 251
Muy bonita la reflexión: vivir el momento presente a pesar de todas las dificultades que estamos viviendo. Un abrazote, cuidate mucho (Marisela, Perú)
Ciao Gustavo, come quella di Giovanna, anche la tua vita è e sarà sempre pregnante e significativa … ogni attimo … quarantena o no … grazie sempre!!! (Chiara, Italia)
Profunda reflexión, Gustavo. Creo que era Santa Catalina de Siena que decía: “no esperemos al tiempo, porque el tiempo no nos espera”. Abrazos amazoneces (Javier, Amazonía)
Así es, nos lo recordaba Chiara Lubich.
Gracias Gustavo. Vivir plenamente el momento presente (Miguel, Colombia)
Cioa Gustavo, grazie dell’ultimo tuo messaggio sul blog, veramente importante vivere questo momento. Non aspettare che sia passato e che ci porti il meglio. Il meglio comincia oggi se siamo nell’amore. (Franco, Italia)
Credo che ne sarà valsa la pena se la vita viene vissuta con coscienza e consapevolezza..c’è tanta gente che vive per inerzia, lontano dalla ricerca di un qualunque senso della vita..già porsi la domanda se la vita abbia senso significa darne uno! Se siamo qui e ora è perché dobbiamo fare esperienza e raccoglieremo, un giorno o l’altro, in questa o in un’altra vita, ciò che avremo seminato! Grazie Gustavo!👍
Sì Gustavo. Soprattuto da quando ho avuto quell’episodio al cuore che batteva a 252 battiti per minuto e non sapevo in quei momenti se ce l’avrei fatta., vivo ogni giorno come fosse l’ultimo… ma soprattutto come fosse il primo. Ti confesso una cosa a proposito del time out: da quando c’è stato il lockdown in Italia è come se qualcosa si fosse interrotto, fermato e quindi quando c’è stato il momento di cambiare le lancette dell’orologio in avanti per l’ora legale nella mi macchina, non riesco a spostare l’orario in avanti. E’ più forte di me, non sposto l’orario, perché aspetto con speranza un nuovo inizio. Ti abbraccio e grazie per il tuo ascolto Gustavo (Daniele, Italia)
Grazie a te per la condivisione!
Grazie Gustavo…….
domande che dovremmo porci tutti, e’ un tempo strano, ma si può viverlo al massimo, anzi….. ricordarsi che ogni attimo potrebbe essere l’ultimo……non conosco Giovanna, ma la partenza di Silvano Gianti, mi ha scombussolato parecchio,be, poi…..
Uniti nella preghiera per i vivi e per i partiti per il cielo, cerchiamo vi vivere al massimo il tempo (Augusta, Italia)
Gracias Gustavo…. desde Perú….
Oh, qué hermosa sorpresa! Sé que estás por algún lugar de la amazonía peruana ? Estás bien ? Cuidate en este tiempo.
Hola Gustavo, te mando un abrazo fuerte por la pérdida de tu amiga. La reflexión me recuerda que es mejor vivir para hacer el bien. Lo notable es que ante una pérdida surja un pensamiento tan positivo. (Mimín, Tenerife)
Gracias por las cosas hermosas que escribís y que nos ayudan a ser fuertes (Rosa, Argentina)
Muy groso!! así es Gusti, tratamos de vivir a full el minuto presente que es lo que importa y lo demás no tenemos idea qué pasará. Pero confiamos en Dios que no nos abandonará, aunque haya que pasar algunos momentos oscuros (Beatriz, Aegentina)
Muy fuerte y bonita tu experiencia de vivir el momento presente, gracias (Jacinto, Paraguay)
Muy bueno Gusti, el tiempo no nos espera (Gerardo, Argentina)
Grazie Gustavo, sto affidando tutto a Lei. Preghiamo per il tuo popolo che superi questo delicato momento (Francesco, Italia)
Hermoso Gustavo, pienso exactamente igual y vivir esta cuarentena a veces se hace duro … Sacar lo mejor de uno para transitarla … ya pasará. Abrazo (Helena, Argentina)
Bellissima e vera (Fabrizio, Italia)
Querido Gustavo, realmente esta nota tuya me hizo recordar algo que mi papá siempre me decía. No sabemos el día ni la hora, por eso siempre hay que estar con las valijas listas para cuando haya que emprender el viaje. Cada día de esta cuarentena me enseñó a revisar el equipaje, al igual que vos, cada noche he vuelto a revisar mi día y a proponerme hacer algo nuevo al día siguiente. El hecho de estar sin trabajar me lleva a buscar siempre renovar cada tarea diaria en casa, con la familia, con mis afectos. Lamento mucho la pérdida de Giovanna (Guillermo, Argentina)
Grazie per questa meditazione che è forte perché viene dal profondo dell’anima. Grazie perché mi hai illuminato a fare considerazioni che ancora non erano entrate nella mia mente. Grazie perché questo donare la tua anima rafforza sempre più il nostro vincolo di famiglia di Chiara. Ti abbraccio (Luigi, Italia)
Muchas gracias por compartir tu vivencia más profunda del hoy. Un abrazo grande (Antonio, España)
Grazie, particolarmente bello; un saluto con tutto il cuore (Johanna, Holanda)
Gracias Gustavo, leer tu blog para mí es un momento muy lindo de tu experiencia con Dios, gracias por compartirlo (Xavier, Bolivia)
Noi qui oramai siamo nella fase della ripresa della normalità, di una normalità che però non è la stessa realtà di prima, e non tanto per le misure igienico sanitarie che abbiamo adottato per difenderci dal virus, quanto perchè abbiamo tutti, molti anche inconsapevolmente, maturato la consapevolezza dell’importanza della vita anche nella sua sacralità. Personalmente mi sono riappropriato della dimensione della famiglia e di quanto possa essere importante dedicarci del tempo per conoscerci meglio e condividere ansie e speranze senza stare a guardare l’orologio per gli impegni esterni, come poteva essere il lavoro. Per quanto mi riguarda quindi, la felicità per la ritrovata dimensione del lavoro tiene conto di tutti gli aspetti positivi che, paradossalmente, il virus ci ha donato. La tentazione di riprendere il lavoro con i ritmi di prima, anche per sopperire al gravissimo danno economico che abbiamo subito, fa i conti con la dimensione più umana che ci siamo riconquistati in questi ultimi due mesi, motivo per il quale, costi quel che costi, gli orari saranno da ora in poi più elastici e limitati alle esigenze della famiglia ed i rapporti sociali, nella consapevolezza di quanto possa essere importante l’altro per ciascuno di noi.
Bellissimo, grazie!