El
encuentro con Shara Huaman, líder quechua, funcionaria del Palacio de Justicia de Lima. “El hombre y la mujer son complementarios … es Dios que nos da la vida …”. El aporte de las culturas originarias.
La cita era a las 17 hs en el Palacio de Justicia, donde Shara trabaja. Estudié el recorrido y los tiempos con Google maps: en ‘45 llegaría, entre bus y 5 cuadras a pie. Salí de casa calculando los minutos que se agregan cuando uno no conoce bien lo que le espera.
Y, efectivamente, cuando Cristina me llamó ya estaba con Shara en un pequeño café cerca del Palacio. Yo me encontraba al frente, pero con una enorme plaza que nos separaba y sin posibilidades de atraversarla directamente. Había que llegar hasta los semáforos hacia la derecha o a la izquierda: 200 mts en ambos casos, más otros 200 mts para regresar hasta el café. Allí estaban, en la mesita del fondo.
Shasa se acordaba de mí y yo también tenía muy presente su fisionomía cuando vino, junto a otros líderes indígenas, a visitarnos. En aquella ocasión lucía un hermoso traje quechua con el característico sombrero y nos contó su experiencia de vida llena de alegrías y, sobre todo, de dolores, pero que había sabido superar gracias a los fuertes valores de su cultura ancestral y a la fe cristiana vivida en profundidad. Me había impactado mucho su capacidad de transformar cada adversidad en un trampolín para crecer e ir más allá del dolor. No cabían dudas de que Shara era una mujer fuerte, orgullosa de su identidad y deseosa de “dar voz” a su gente.
Hoy, en cambio, su trajecito rojo la mimetizaba como una funcionaria más del Palacio de Justicia. Sin embargo, su sonrisa acogedora y su vital presencia, eran las mismas. Mi curiosidad natural me impulsó a preguntarle sobre todo lo que me pasaba por la mente mientras la escuchaba: por su trabajo de traductora al quechua de documentos del archivo del P.J., por el compromiso con su gente, su intención de presentarse en las próximas elecciones parlamentarias como candidata … “Pero, luego que conocí el programa del partido que me parecía más cercano a mis principios y vi que consideraba la pena de muerte, dije no! Es Dios quien da la vida y quien nos la quita. Hay muchos otros modos de hacer justicia que evitan matar al culpable”. La lucha de género … “No estoy de acuerdo como se la plantea: Dios creó al hombre y a la mujer para complementarse; no hay uno que esté por encima de la otra y viceversa”.
En su cosmología quechua “todo está en equilibrio, todos estamos ligados, en armonía también con el Creado”. Mientras hablaba, imaginé el gran aporte que podrán dar los puebos originarios de América para rescatar y salvar los valores humanos esenciales en vías de extinción en este mundo globalizado y desnaturalizado.
Cristina le expresó nuestro deseo de que nos ayudara a traducir textos al quechua para llegar con la “Nueva Noticia” a este maravilloso pueblo: el Evangelio que ya muchos conocen y viven, con el plus de su cultura. Pero nuestro pedido específico apuntaba a veicolizar la espiritualidad de la unidad que nace del Carisma que Dios concedió a Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares. “Hemos visto en los más de 70 años de vida del Movimiento –explicamos nosotros– que la espiritualidad de la unidad es un don para el mundo contemporáneo, no sólo para la iglesia católica o para los cristianos, sino para la actual humanidad frantumada y dividida; queremos ofrecer nuestro aporte a la construcción de un mundo más unido y fraterno, siguiendo la oración de Jesús al Padre antes de morir: ‘Que todos sean Uno’ (Jn 17,22)”.
Shara se muestra disponible y nos invita a conocer el Palacio de Justicia. Estamos ya fuera de horario, pero ella se mueve en el Palacio como en su casa y también así se relaciona con los demás funcionarios. En la capilla ponemos en las manos de Dios nuestro deseo y rezamos por Shasa y su gente, para que el Espíritu Santo los guíe. Nos despedimos con la promesa de volvernos a ver y salimos, sin duda, muy enriquecidos por el encuentro con esta gran mujer.
Gustavo E. Clariá
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