Hacía pocos meses que me encontraba, junto a un grupo de jóvenes, en el medio de la pampa argentina, en un convento abandonado desde hacía varios años y que los padres capuchinos donaron al Movimiento de los Focolares.
Estábamos allí, en medio de la nada, con una idea “loca”, para definirla de algún modo: construir una ciudadela que hiciera ver cómo sería el mundo si a la base de las relaciones entre las personas se pusiera el amor evangélico.
Esa mañana, Domingo de Ramos, en la misa se leían las lecturas de la Pasión de Cristo. Por primera vez en mi joven vida aquellas palabras me sonaban como si todo sucediera en ese momento delante mío, y que aquellos dolores inimiginables se los infligían a quien en esos pocos meses se estaba volviendo, siempre más, mi mejor Amigo. Recuerdo que sudaba, hubiera querido intervenir, probaba impotencia por no poder hacer nada … no sólo, me parecía que también yo pasaba del lado de los torturadores cada vez que no hacía bien mi parte.
Este pensamiento se me volvió insoportable y hubiera querido, en ese momento, gritar y decir a todos lo que allí estaba sucediendo: estaban matando a un hombre, al Hombre, a mi mejor Amigo. Terminada la misa, salí corriendo hacia mi habitación.
Marcelo, uno de los jóvenes del grupo, se dio cuenta y me siguió. Tomamos la guitarra y, en breve, nació la canción “El Héroe” (L’Uomo en italiano).
Mi deseo de “decirlo a todos” en cierta forma se realizó, porque luego la canté muchas veces en teatros europeos con el conjunto internacional Gen Rosso, en varios idiomas y delante de miles de personas. Y cada vez fue para mí como revivir aquella fuerte experiencia del Domingo de Ramos.
Escucha la canción en italiano:
https://www.youtube.com/watch?v=XtZLhl61LxU
Gustavo E. Clariá
È sempre splendida e travolgente. Una stella nel firmamento musicale.
Grazie di cuore x avermela fatta rivivere, ma soprattutto x averti ritrovato anche se lontani. L’amore lo sappiamo, vallica ogni confine e ogni spazio.
Un abbraccio grande,
(Claudio, Italia)
Non sapevo l’avessi fatta tu. Quante volte l’abbiamo cantata alle mariapoli! (Fabrizio, Castelgandolfo/Italia)
Qué hermosa canción… Si, a Venezuela llegaron todas esas canciones … llenas de fuego! Ahora conozco su origen. Muchas gracias (Ofelia, Venezuela)
Muy bonito el mensaje, gracias (Jacinto, Paraguay)
Qué buena idea comentar la gestación de cada canción. Excelente! (Eduardo, Asunción)
Linda historia de la canción. Me impresiona como vives y logras plasmar en canciones algo que resulta a veces difícil de describir. Es hermoso (Marié, Chulucanas/Perú)
Grazie, una delle canzoni che amo di più (Franco, Le Marche/Italia)
Grazie Gustavo! E’ bellissimo conoscere da quale esperienza nasce una canzone. Quante volte l’abbiamo cantata … l’Uomo! (Filomena, Bari/Italia)
Vaya! Qué bonito que lo cuentes … Yo también la canté aquí por varios años en jornadas y encuentros con gran éxito. (José Antonio, Madrid)
Gracias, yo también he escuchado hablar de este “héroe” extraordinario. Hombre-Dios. Abrazo fuerte (Miguel Niño, Colombia)”.
No mucho tiempo después de tu experiencia, querido Gustavo, mi familia conoció el Ideal de la unidad y tuve la maravillosa oportunidad de conocerte. Una de las primeras canciones que aprendí, a mis 6 años, fue justamente ”El héroe”. Años más tarde y con la incondicional compañía de mí padre la cantábamos cada Semana Santa en la Parroquia de mí ciudad. Una obra inmensa sobre nuestro Jesús abandonado que me enseñó a conocer el verdadero valor del dolor que sintió para que seamos libres. Un fuerte abrazo (Guillermo, BsAs)